Al venir a la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, los candidatos a la Vida Consagrada asumen el proyecto de sencillez del Hermano de todos, Francisco de Asís. Se viene a la escuela de Cristo pobre y crucificado para aprender la humildad, el libro en el que se aprende es la Santa Cruz.
Capilla de La Inmaculada y San José de Cupertino. (Aquí se venera la reliquia del santo) |
La vida franciscana ha sido para la Iglesia a lo largo de ocho siglos una escuela de santidad. En la actualidad, presente en los cinco continentes, sigue siendo para el mundo, testimonio de vida evangélica al servicio de las diversas necesidades de la humanidad.
Equipo de formadores. (Fr. Sidifredo, Fr. Jair -Guardián y rector y Fr. Otoniel.) |
Al decidirse por este estilo de seguimiento, se opta por configurar la vida con la de Cristo. El camino franciscano ofrece con su carisma y espiritualidad la oportunidad de realizar el plan de Dios en la persona y, de cooperar en la transformación del mundo.
Con gran alegría muchos emprenden este camino, pero con el paso de los días descubren que sus fuerzas no son suficientes, la estructura humana aveces tan fragmentada requiere espacios diferentes a la vida en un convento o casa de formación, por lo cual se sugiere a algunos realizar su seguimiento en otro estilo de vida. Muchos también con la ayuda de los formadores y las múltiples herramientas formativas, descubren su verdadera vocación y con alegría regresan a la vida seglar, dando allí testimonio de la riqueza franciscana.
El camino franciscano está disponible para todos aquellos, que con radical decisión quieren realizar el itinerario de su alma a Dios, viviendo el Evangelio en fraternidad, pobreza, minoridad, en plena obediencia a la Santa Madre Iglesia Católica.
suerte a todos, en DIOS todo es posible animo muchachos
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