lunes, 25 de abril de 2016


(Foto: Fr. Daniel Bohórquez)
El Señor llama a todos sus hijos a la perfección en el amor; la plenitud humana se alcanza en la medida en que se acepta éste proyecto. El lugar dónde realizar la vocación a la que somos llamados lo escogemos nosotros desde la libertad absoluta que nos ha dado el Creador mismo.
  
La Vocación sacerdotal y religiosa, es un don maravilloso de Dios, que se ha de asumir con el ánimo firme de santificar la vida en bien de los hermanos y hermanas del mundo. Los que elegimos el seguimiento de Cristo, en la vida sacerdotal, somos hombres llenos de limitaciones, con la fe puesta en Jesucristo Pastor supremo, el único que puede hacer que nuestra vocación sea fecunda.


El ministerio del presbiterado lejos de apartarnos del mundo, nos manda a él, para ser la prolongación del amor entregado de Dios a la humanidad, "No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del maligno" (Jn. 17,15). El Sacerdote es un siervo del Señor, no somos los únicos siervos. Como se ha dicho al inicio, Él llama, el lugar lo escoge cada uno, así pues, todo el que asume con responsabilidad el proyecto de la Vida Cristiana, se santifica y halla la plenitud de su condición humana en el servicio a Dios y a los hermanos.


Este ministerio al que se llega luego de un largo proceso de formación espiritual, académica, pastoral y humana, no exento de dificultades y dudas, de muchas y variadas tentaciones, requiere ser animado día a día con la oración ferviente y perseverante del ministro mismo y de todos los creyentes en favor suyo. La vocación sacerdotal debe ser protegida por la Iglesia entera, si bien, todos somos sacerdotes por nuestro bautismo, los hombres encargados de administrar los sacratísimos misterios, necesitan del apoyo, oración y corrección caritativa de todos los miembros del Cuerpo de Cristo.

Con gran gozo, celebramos la Ordenación presbiteral de nuestro hermano Fr. Daniel Bohórquez. La Orden de los Hermanos Menores Conventuales, Custodia provincial San Francisco de Asís de Colombia y la Iglesia entera se llena de alegría por nuestros hermanos. Juntos deseamos caminar asidos firmemente a la mano del Señor para servir con humildad a su Pueblo Santo. 


ENTRADA OFICIAL AL POSTULANTADO 2016



El pasado 20 de Marzo de 2016, la Fraternidad Custodial se regocijaba al darle la bienvenida oficial a la etapa del Postulantado a ocho hermanos de diferentes regiones del país que libremente han decidido hacer un discernimiento vocacional en nuestra Orden, esto es en la Escuela de Cristo Pobre, Humilde y Crucificado.













La Eucaristía estuvo presidida por el Custodio Provincial Fr. Jhon Jairo Molina OFMConv. Y concelebrada por Fr. Otoniel Salcedo, Guardián y Rector del Convento y Fr. Javier Rondón OFMConv, Formador de la casa.

                                      

La Fraternidad del Postulantado, con el Custodio Provincial y la Comunidad Formadora.



La Fraternidad del Pre-noviciado junto a la Comunidad Formadora y el Custodio Provincial.




Los Profesos Temporales junto a la Comunidad Formadora y el Custodio Provincial.





domingo, 31 de enero de 2016

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2016

“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13).
Las obras de misericordia en el camino jubilar"


1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.
María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.
2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia
El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempeña el papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea unirse a su pueblo.
Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: «Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella.
Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (Exh. ap. Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio que «siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis» (ibíd., 164). La Misericordia entonces «expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer» (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.
3. Las obras de misericordia
La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe.
Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.
La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los «soberbios», los «poderosos» y los «ricos», de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.
No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf.Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38).


Vaticano, 4 de octubre de 2015
Fiesta de San Francisco de Assis



jueves, 7 de enero de 2016


ENTRADA OFICIAL AL NOVICIADO 2016
Fr. Jhon Jairo Cust. Provincial y los frailes novicios.

El pasado 8 de Diciembre del año anterior, siete jóvenes de distintas regiones del país, hicieron su ingreso oficial al Año Canónico del Noviciado, luego de dos años de Postulantado, en los que experimentaron la vida Fraterna y de Oración.

Imposición de las Taus como signo de configuración con Cristo.

El rito de ingreso estuvo presidido por el Custodio Provincial Fr. Jhon Jairo Molina OFMConv. en compañía de Fr. Sidifredo de la Cruz, Guardián y Maestro de Novicios. El hecho aconteció en las horas de la mañana en medio del Rezo de Laudes, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Reina y Patrona de La Orden Seráfica.

Los hermanos piden la entrada al noviciado.

Pero ahí no termina todo, el noviciado no esta completo aún, y que falta; un novicio más, proveniente de la Custodia María Madre de los Pobres de Centroamérica que por motivos de fuerza mayor no pudo estar en Colombia para este Día, dicho hermano hizo su entrada el día 19 de diciembre.

               

         Fr. Edgar (costarricense) y Fr. Osmin (Novicio).      







jueves, 12 de noviembre de 2015


TRANSITO DE NUESTRO SERÁFICO PADRE FRANCISCO

El pasado 3 de Octubre, Vísperas de La solemnidad de Nuestro Seráfico Padre Francisco, los hermanos en formación de la etapa del Postulantado, realizaron dentro del rezo solemne de Vísperas la dramatización de los últimos momentos de San Francisco antes de partir a la morada celeste, representación llena de mucha emotividad y sentimiento.
A continuación algunas imágenes de lo acontecido.

Al mismo tiempo en la casa del Noviciado San Maximiliano Kolbe nuestros hermanos Novicios recibían el sayal Franciscano.


      






                              
                                           
                              

                             

Nuestros Hermanos Novicios y su Maestro




















 EREMITORIO PRE-NOVICIADO 2015

 


En meses anteriores los hermanos Pre-Novicios de la Custodia realizaron la esperiencia del Eremitorio un espacio de retiro; que hace parte de la Formación para un encuentro mas de cerca con uno mismo, con el hermano, con Dios y con la naturaleza.


           
Desde los inicios del Cristianismo han sido muchos los hombres y tambien mujeres que han optado por este estilo de vida alejado del mundo, casi siempre en desiertos para dedicarse a la Oración y practicas asceticas para tener una vivencia mas radical del Evangelio; para los Franciscanos no es una cosa para toda la vida sino que es estacionaria es decir cuando el fraile vea que le hace falta una experiencia como estas.



   

 

En esta ocasion el eremitorio estaba dirigido por Fr. Jorge Paternina, y lo que se busco fue que los jovenes en formación trataran de tener un encuentro consigo mismos, con los hermanos, con Dios, y teniendo a la naturaleza como testigo de estos encuentros. El silencio del lugar fue propicio para esta experiencia que el Sumo Bien, Pleno Bien y Bien Total ha permitido vivir este año.













domingo, 24 de mayo de 2015

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS


Hoy la Iglesia universal se alegra con la Solemnidad de Pentecostés, fiesta en la que celebramos la venida del Espíritu Santo, promesa del Resucitado, para que en adelante no seamos nosotros los que demos testimonio de su Resurrección sino El Santo Espíritu que nos impulsa a ser portadores de esa buena noticia que es el Evangelio.


Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: “, Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. Hechos 2, 1-11

                                 
¡Oh llama de amor viva, 
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!;
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.
¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado!,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga;
matando, muerte en vida la has trocado.
¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores,
calor y luz dan junto a su querido!
¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras! Amén.
Himno del Oficio de Lectura.


sábado, 18 de abril de 2015

ENTRADA OFICIAL AL POSTULANTADO 2015


El pasado 13 de abril de 2015, la Fraternidad Custodial se regocijaba al darle la bienvenida oficial al la etapa del Postulantado a cinco hermanos de diferentes regiones del país que libremente han decidido hacer un discernimiento vocacional en nuestra Orden, esto es en la Escuela de Cristo Pobre, Humilde y Crucificado.




La Eucaristía estuvo presidida por el Custodio Provincial Fr. Jhon Jairo Molina OFMConv. y concelebrada por Fr. José Andrés Castro OFMConv, Vicario Custodial, Fr. Otoniel Salcedo, Guardián y Rector del Convento, y por Jhon Fredy Marin, Formador de la Casa.  
                                     
                     
                                      
 La Fraternidad del Postulantado con su Formador Fr. Otoniel Salcedo OFMConv. 


La Fraternidad del Postulantado, con el Custodio Provincial y la Comunidad Formadora.


La Fraternidad del Pre-noviciado junto a la Comunidad Formadora y el Custodio Provincial.



Los Profesos Temporales junto a la Comunidad Formadora y el Custodio Provincial.






domingo, 8 de marzo de 2015

BENDICIÓN DEL ORATORIO DEL POSTULANTADO 2015 E INTRONIZACÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO 

El pasado dieciséis de Febrero de 2015 toda la fraternidad del Convento San Antonio de Padua de Bogotá, se congregó para hacer la Solemne Bendición del Oratorio del Postulantado y la Intronización del Santísimo Sacramento. La Eucaristía estuvo presidida por Fr. Otoniel Salcedo, Guardián y Formador del convento.



 El Nuevo Oratorio, donde Nuestros Hermanos Postulantes tendrán su espacio de encuentro personal y comunitario con el Señor.



Se nos instó a vivir este tiempo de gracia que el Señor nos ofrece, como tiempo propicio para hacer un Discernimiento según el Santo Espíritu de Dios; y sobre todo a dejar que "El Señor escriba día a día su Historia de Amor en cada una de nuestras vidas.

 A Continuación algunas imágenes de la Eucaristía
                                               




 FRATERNIDAD DEL POSTULANTADO 


 FRATERNIDAD DEL PRE-NOVICIADO