Los Franciscanos Conventuales somos la Orden de Hermanos Menores fundada por San Francisco de Asís en 1209, que, ocho siglos después, queremos ser instrumentos de paz y de bien allí donde nos encontramos, con un estilo de vida sencillo y humilde, al mismo tiempo que comprometido y testimonial
Desde su fundación, los rasgos que definen a los hermanos menores conventuales son: la fraternidad y la igualdad de sus miembros en una sociedad de desiguales o "mayores"; la 'desapropiación' o pobreza evangélica de quien tiene a Dios como único tesoro y Señor frente a una sociedad apoyada en la riqueza; la 'minoridad' como reverente actitud ante toda criatura; el amor filial y obediente a la Iglesia de Roma; la itinerancia, actitud de éxodo y peregrinación, como 'forasteros y peregrinos', sin la estabilidad del monje; la vida en contacto con el pueblo por el trabajo en el oficio que se conoce; la predicación penitencial, más con el ejemplo de vida que con la palabra; el apostolado misionero con un talante ecuménico e integrador; la autoridad como servicio (donde los superiores son 'ministros', servidores y guardianes de la fraternidad).
Desde el mismo siglo XIII se añadió la denominación de conventuales a la de franciscanos, para expresar su estilo de vida y de apostolado. Sólo mucho más adelante, el apellido conventuales se usa para distinguirlos de los observantes y de las otras reformas que surgen en la primera Orden. (Fr.Valentin Redondo OFMConv. "Los franciscanos conventuales en Colomia. Roma. 2005")